Acceso principal, desde la calle, por el norte, gran fachada a plaza al sur.
Se efectúa la unión física y visual de ambos escenarios.
Se genera un espacio reconocible, y de fácil lectura. Tranquilo, sosegado, calmado.
Se potencia la luminosidad.
Máximo rendimiento de la luz, llevada a todo el local mediante, huecos y transparencias.
Todo el diseño se desarrolla entorno a la formalización de la tabiquería conformada con bloque de hormigón visto. Su textura combinada con la calided de la madera, confieren a la intervención una unidad material.
Los tabiques se desmaterializan practicándose aberturas en ellos, consiguiendo espacios más abiertos y comunicados visualmente.
Las fachadas se producen en el interior, la lámina de vidrio sólo protege de las inclemencias ayudadas por los toldos que ejercen de llamativos distintivos urbanos en cara norte y de protectores del sol en la sur.
La iluminación y el confort acústico reciben una especial atención. En la zona de recepción y atención al paciente, se coloca una iluminación baja. El resto de las zonas se ambientan con proyectores de luz cálida.